Salir a la ACCIÓN.
Durante toda mi vida, pensé que era una persona 100% emocional, muy sensible y soñadora. Mi cabeza siempre ha estado más en el cielo que en la tierra. Pensaba que tenía nada o muy poco racional, me costaba organizarme, seguir estructuras y siempre intentaba salirme de la “caja” para poner mis propias reglas y sentirme libre. Me gustaba y me gusta imaginar, crear y fantasear. Me puedo pasar horas soñando. Mi mente se pierde en los mundos imaginarios. A veces sentía que tenía “demasiados pájaros en la cabeza”.
Mi parte más racional estaba oculta, o por lo menos yo no era consciente de su existencia. Sin embargo, desde que empecé a emprender, he descubierto una faceta de mí totalmente desconocida y es: la TOMA DE ACCIÓN.
He descubierto ese lado más racional, estratégico y estructurado. No me lo pienso dos veces, tomo acción, y es ahí donde obtengo la respuesta.
Me he dado cuenta de que es algo innato en mí. Me nace de manera muy natural, pero sé que no es fácil para la mayoría de las personas,
Nos solemos quedar mucho en la reflexión, en la idea y en el sueño, en vez de dar el primer paso para conseguir materializarlo. La clave es no buscar la perfección, ya que la respuesta solo vendrá una vez hayamos dado el paso de salir a la acción.
El equilibrio entre el lado EMOCIONAL y el RACIONAL es una explosión de oportunidades.
“Cabeza en el cielo y pies en el suelo”
¿Crees que te cuesta tomar acción?
Con amor,
Sil.